|
Mi discípulo de Agosto 2004
|
|
Mi discípulo de Agosto 2004
Todos los meses El Maestro presenta a uno de sus discípulos a la comunidad de entrenadores del UOL DT. Si bien para figurar en esta página es necesario un buen desempeño como técnico, los que conocen al Maestro saben que lo que define la cuestión es pegar buena onda con el gurú.
El Rey de la bailanta
"Es mi foto preferida porque salí con los ojos abiertos"
Conocí al Rey de la bailanta el 13 de mayo de este año, ese día me había enviado un correo desafiante:
¨Buenas, si vos sos el gran Maestro del UOL DT, seguro que alguna vez nos enfrentamos, ya que yo jugué el primer campeonato nivel 5 que existió. ¿Nos conocemos?¨.
No tardé mucho en responderle:
¨Tras mi último torneo como entrenador, y luego de haber acumulado incontables títulos, la exposición mediática me resultó inmanejable; cámaras, revistas, ofertas de todo tipo, fanatismo, idolatría, todo ese cóctel me mareó demasiado. Tantos vicios e infiernos recorrí, que ahora sufro de pérdida de algunos recuerdos, como ser nombres de ex-colegas o ex-rivales¨.
Recuerdo que cerré la respuesta así: ¨Supongo que un entrenador de tu nivel no tendrá muchas preguntas para hacerme, tal vez en algún momento sientas que precisás charlar con un referente, de ser así ahí estará El Maestro¨.
Me despedí con un abrazo de campeonato ganado. Esa misma noche, revisé mi casilla y me encontré con un nuevo correo del mismo entrenador:
¨Maestro, me siento identificado con usted, ambos conocimos el infierno de la fama, usted por múltiple campeón, y yo por ser El Rey de la bailanta. No importa que ya no esté entrenando a ningún equipo, o que ya no sea más parte del mundo del espectáculo, siempre va a ser mi referente. Siga aconsejando a las nuevas generaciones, necesitamos gente como usted¨.
Pasaron un par de días, y me dispuse a escribirle una vez más:
¨Rey, te agradezco por cuidar al ídolo. Creeme que yo te comprendo, ser El Rey de la bailanta no debe ser una empresa fácil. Por eso también entiendo que las presiones inherentes a ser El Rey de la bailanta, te hicieron sucumbir y caer en diversos y dañinos vicios.
Te agradezco el apoyo en mi nueva labor de Maestro, seguiré adelante con todo, pero ahora lo haré por mí y por los entrenadores, no por la gloria, la fama, las mujeres y todo ese mundo que ya quedó en el pasado.¨
Me despedí con un abrazo de gol.
Había Silvia Süller encerrado
Hasta ahí pareciera que éramos dos personalidades que atravesábamos un buen presente, y disfrutábamos de una nueva amistad que no había tardado en afianzarse.
Pero todavía no les conté una parte de la historia, recuerdo que en uno de sus correos me dijo: ¨Si habla con el señor Uol, pregúntele por qué siempre me pega algún doping positivo¨. Me llamó la atención su pedido, y le respondí que averiguaría si existía algún tipo de campaña en su contra...
Llamé a uno de mis contactos en UOL para empezar la investigación, charlamos un rato largo sobre distintos temas, hasta que -con tono de banalidad- le pregunté si había oído hablar de El Rey de la bailanta; cuando terminé de pronunciar ¨Rey de la¨, me cortó.
No podía entender qué pasaba, sospechaba que algo se escondía en esta historia. Mis dudas se disiparon cuando recibí un nuevo correo del Rey.
Y la verdad salió a la luz
¨Maestro, hay una campaña en mi contra, los dópings positivos me acechan, y esto es un mensaje claro, es hora de contarte. Una noche en Fantástico bailable, luego de tardes de
fernet y Uvita fiesta -más porro barato- cometí el error que en este momento estoy pagando: me cogí a la hija de Carlos Uol, el dueño del juego. En 15 días voy a ser padre, lo de los dópings es un ajuste de cuentas. Nunca llegaré al nivel 8, espero que sea varón.¨
La noticia me sorprendió, jamás hubiese imaginado que ésa era la verdad. Enseguida compuse una respuesta para el Rey:
¨Estimado Rey, lamento el infortunio, pero no puedo evitar ponerme muy orgulloso de saber que te harás cargo del fruto de esa relación furtiva, puedo desprender esta conclusión de tu augurio ¨ojalá que sea varón¨. En ese deseo, ya siento implícito a un padre que se hará cargo de la buena formación del pequeño, e indudablemente futuro ¨Rey de la bailanta¨.
Como sospecharás, me he encontrado más de una vez con mujeres con 7 u 8 meses de embarazo que me exigían que me hiciera cargo de lo que hice. Casi siempre decían que yo les había hecho ese hijo en una fiesta de festejo de título. No es mi estilo borrarme, cuando el ADN en cuestión confirmaba mi paternidad yo me hacía cargo sin dudarlo, hasta elegía los nombres, puesto que les decía: ¨si es varón yo elijo el nombre, si es nena lo elegís vos¨.
Siempre fueron varones, llegó un momento en que, de tantos hijos, me había quedado sin nombres: Zinedine, Patrick, Ariel Arnaldo... fui poniéndoles los nombres de jugadores de fútbol que yo admiraba, al último le puse Juan Ramón, sí, por el lagarto. Te darás cuenta que tuve demasiados, ya no sabía qué nombre ponerle a ¨Lagartito¨ (así le dice la mamá).
De todas maneras, te pido que no pienses que no lograrás más títulos por este problema, yo seguiré moviendo mis influencias para que se haga justicia¨.
Me despedí pidiéndole que me hiciera saber la buena noticia en 15 días, y deseando que todo saliera bien.
20 días después...
Me levanté aquella mañana con una terrible descompostura, la noche anterior había comido un asado violento en la casa de Ramacciotti que me dejó menos diez. Me dirigí al baño a asearme para comenzar un nuevo día, mentira, entré desesperado al baño porque me cagaba de parado.
Salí después de media hora, dejando el baño inutilizable para cualquiera que conserve el olfato, y me dirigí a la oficina que tengo dentro de mi mansión. Mi secretaria ya había bajado mis correos, ese día me encontré con 125 por responder, entre ellos uno del Rey de la bailanta:
¨Maestro, ¿cómo le va? Afortunadamente ha nacido varón. Diego Armando llegó al mundo el martes pasado, con la sonrisa del padre, los ojos de la madre y, espero, la billetera del abuelo.
No sé si darle el apellido, el viejo me está pidiendo que me haga cargo a cambio de unos pesos fijos. Hace esto para que nadie se entere que la hija fue madre soltera. Si se pudre todo, espero poder llevarme los derechos federativos del nene: si sale bueno, lo vendemos al Milán. De última, si es malo, lo clonamos y lo vendemos dos veces¨.
Llegué hasta esa parte del correo, y me agarraron unas ganas incontenibles de ir a defecar, pero no quería dejar de leer las palabras del Rey, por lo tanto imprimí el e-mail, y lo seguí leyendo mientras despedía unos nuevos amigos en el baño:
¨Quiero agradecerle que siga promoviendo nuevos técnicos, porque ya sabe... por más consejos que me confiera, después de hacerle un pibe a la hija del dueño del juego, para mí subir de nivel es más dificil que ver a Chacarita en la Intercontinental.
Le mando mis respetos, y lo dejo porque me voy a sacar unas entradas anticipadas. El sábado toca el ¨Conejo¨ Alejandro en Rescate Bailable, en estos días necesito convencer a la loca para que me cuide el nene, y ver si puedo sacarle unos pesos al nono¨.
Esa misma noche, ya un poco mejor de salud, me dispuse a responderle:
¨Querido Rey, me emocionó mucho enterarme del nacimiento de Dieguito, te agradezco profundamente por contarme la buena nueva. Estos días sin recibir noticias tuyas me hacían sentir que algo me faltaba, me sentía como Ortega sin el vino, como Diego sin merluza, como Monti sin Rocassalvo, había alguien o algo que no estaba...
Si tenés tiempo contame cómo estuvo el recital del Conejo, supongo que de puta madre. Yo tengo esta foto que no sé en qué fiesta saqué, he ido a tantas que ya ni sé de dónde saco este tipo de recuerdos¨. Le adjunté una foto que le había sacado al Conejito Alejandro. Me despedí deseándole que ¨Dieguito devuelva al fútbol un jugador con huevos¨.
El Maestro y el Rey de la bailanta
Con el paso del tiempo fuimos tomando el hábito de intercambiar correos con bastante frecuencia. Semanalmente, el Rey me cuenta cómo marcha su equipo, su vida conyugal, la nueva vida de ser padre, en fin: hicimos una amistad.
De vez en cuando me acerca dudas sobre el mundo del ser entrenador, las que con mucho gusto le respondo.
Gracias a él, entendí que hay una cumbia que vale la pena, que no todo es ¨dejate de joder y no te hagas la loca, y andá a lavarte bien la boca, me diste un beso y casi me matás, de la baranda a leche que largás¨ ¿Eso es cultura, me pregunto?
El Rey me hizo entender que la cumbia no es toda basura, y es fundamental para bailar en las fiestas familiares. Me hizo descubir al ¨Conejo¨ Alejandro, al querido Alcides, al gran ¨Pocho la Pantera¨, al mágico Ricki Maravilla, a Gladys ¨la bomba tucumana¨, y a tantos más que correo a correo me hace conocer.
El Rey de la bailanta, sin dudas, es un discípulo muy especial para mí, logró convertirse en un amigo, y de esos que no se olvidan con facilidad.
[volver al Sumario]
[volver a la página del Maestro]
Para comunicarte con el Maestro Augusto, escribile a:
maestroaugusto@lakermese.net. El Maestro siempre te responde.
|
|
|
|